Una mañana lluviosa de febrero no sabía que hacer. A mi abuela se le ocurrió que mis amigos vinieran a ver mi cohete nuevo que me regaló mi abuelo. Avisé a mis amigos, cuando llegaron se nos ocurrió poner un motor al cohete . Mi abuelo nos ayudó y cuando estaba listo me monté en el cohete.
Llegué a Marte. Mi aterrizaje en Marte fue un poco difícil porque había muchas piedras y no encontraba sitio para aterrizar.
Allí conocí una familia de "aliens", eran de varios colores. mi alien favorito era el de color verde. Empezamos a jugar entre nosotros.
Me sentí muy bien con los aliens alrededor y en Marte.
De repente, un alien empezó a gritar porque lo había atrapado una piedra. Fuimos a ayudarle pero estaba muy enganchado. Pero entre todos pudimos levantar la piedra.
Regresé el 14 de febrero a la tarde. Fue más fácil aterrizar en La Tierra que en Marte porque tenía un campo entero sin baches ni nada parecido.
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